«Se trata de brindar literatura en cuanto formato sea posible»

Si bien en los albores del libro digital se dudó de que las mayorías apostaran por este tipo de soporte, lo cierto es que la lectura en pantalla va en constante crecimiento. Para saber cómo marcha la elaboración de textos electrónicos en el país, Granma conversó con Yaremis Pérez Dueñas, directora de la Editorial Cubaliteraria, la cual se encarga de coordinar el Programa Nacional de Desarrollo del libro digital en Cuba, que se implementa desde 2022 hasta 2025.

–¿Cuál es la misión del Programa?

–Su misión es diseñar una estrategia integral para el sistema del libro digital que paute los procesos de edición, producción, comercialización y promoción; conformada por proyectos y concursos, la superación de quienes intervienen en el flujo editorial, la realización de campañas de comunicación, y la investigación de los resultados.

«Este Programa no es más que la organización de acciones “resumidas de manera orgánica” que la editorial venía realizando desde los últimos años, al fungir como institución rectora de los procesos editoriales digitales en el país. Se trata de ofrecer toda la ayuda metodológica que necesitan las editoriales, cuya producción se ha centrado, a lo largo de los años, únicamente en libros en formato impreso, y de acompañarles en este proceso aún desconocido para actores del quehacer literario».

–La producción en Cuba de libros digitales muestra un incremento…

–A finales de 2020 los libros digitales producidos por editoriales cubanas no sobrepasaban los 300, y ante una situación de aislamiento, en la cual solo se podía echar mano de la tecnología para encontrar nuevas propuestas, quedaba el desconcierto de que la oferta no era suficiente. Comienza entonces Cubaliteraria a pensar en cómo influir, verdaderamente, en un aumento de la producción no solo en cantidad sino, y sobre todo, en calidad, al desechar la idea de que un libro digital es solo el pdf que va a imprenta, pero sin líneas de corte.

«Lo importante, sin duda, es que las editoriales produzcan más y mejores libros digitales. Se trata de brindar esa literatura cubana que las editoriales atesoran en cuanto formato sea posible y, sobre todo, en el que el lector prefiera tenerlo. No podemos hacer exclusiva la lectura a un único modo de leer; debemos abrir el abanico de posibilidades a favor de la promoción de nuestros contenidos».

–¿Qué libros se llevan al formato digital actualmente?

–Lo más importante es reflejar la literatura cubana en los nuevos formatos. Anteriormente nuestros productos eran multimedia grabadas en dvd que ya, además, comenzaban a dejar de usarse. Así que nos dimos a la tarea de tratar de incorporar al catálogo «nuevos y viejos» autores cubanos para que el lector encontrara lo que deseaba leer.

«Desde ese entonces nuestro Plan editorial ha sido muy variado, y nuestro catálogo se ha ido enriqueciendo a lo largo de estos años, no solo por sus autores, a los que agradecemos muchísimo, sino también por esa buena literatura que lleva a los lectores a los nuevos dispositivos. Así han surgido libros únicamente digitales.

«A esto se suman los recientes planes de las editoriales, que se mueven entre el rescate de sus ya publicados libros impresos, algunos con tiradas agotadas, y el nuevo camino de sus ediciones digitales. Lo cierto es que la literatura cubana ha encontrado otra forma de mostrarse, acompañando siempre al formato impreso, nunca delante, nunca para sustituirlo, solo para dialogar en este nuevo escenario.

«Cada publicación depende del intercambio entre el autor y la editorial. En el caso de Cubaliteraria, por ejemplo, que publica solo en digital, mantiene el dominio sobre la obra solo en ese formato por el periodo de dos años, sin afectar la decisión del autor de querer publicarlo de manera impresa con otro sello editorial. Siempre es un beneficio que se interesen por libros que solo hemos publicado en digital y los lleven al impreso. Muchos directores se dan cuenta de esto en presentaciones que hemos realizado, y nos place muchísimo servir de puente entre unos y otros. Por otro lado, hay editoriales que establecen un pacto con el autor para publicar su obra en los dos formatos, incluso, dentro de lo digital, en varios también: pdf, epub, audiolibro… depende de cuántas aristas podamos ver a la obra y aprovecharlas. Lo importante es que se publique, y que se publique bien, sea de una manera u otra.

–¿Cómo es su comercialización?

–Es muy difícil para el libro encontrar su cabida en un comercio electrónico todavía no perfeccionado en Cuba. Si bien las editoriales cubanas comienzan a insertarse en ello, todavía es complicado encontrar el mecanismo ideal para este proceso. Debido a que el bloqueo no nos permite comercializar hacia el exterior, y que ninguno de los libros cubanos puede ser colocado en tiendas como Amazon, de manera legal, se han buscado alternativas para brindar la literatura cubana fuera del patio. Instituciones como Citmatel, Ediciones Cubanas y Ruth Casa Editorial facilitan esa mediación, para que los textos publicados en el país sean comercializados hacia el exterior. Mientras, a lo interno se han abierto nuevas plataformas (EnZona, Mi bulevar) en las cuales cada editorial puede comercializar sus propios libros, lo que, sin duda, no ha sido explotado de la mejor manera, y algunas todavía temen por el desconocimiento de enfrentarse a nuevos procesos. No se hace aquí referencia solo a libros digitales. Se trata de vender libros, en todo su concepto, y que el lector escoja el formato que prefiere.

–En el Portal Cubaliteraria pueden descargarse libros…

–El Portal de la Literatura cubana alberga, entre sus apartados, un pequeño espacio para la descarga de libros digitales (www.cubaliteraria.cu/descargas). Concebido con la nueva programación del sitio para los títulos del catálogo, ha logrado sobrepasar esos límites e incluir producciones de instituciones cubanas que apuestan, también, por la literatura en digital. Muchas son las solicitudes que nos llegan para «colgar» textos en el Portal, a fin de divulgarlos a raíz de presentaciones y eventos. Ya al finalizar el año 2020, para nuestra sorpresa, las descargas superaban las 100 000, y luego, al contabilizar las de 2021, la cifra ascendía a los 150 000.

Nos queda mucho por lograr en este camino aún no sellado en torno al libro digital en Cuba. Nuevas maneras de hacer y de ver, seguramente se incorporarán en el proceso. Cubaliteraria estará para acompañar a todos aquellos que quieran sumarse en este andar, entre la literatura y la tecnología.